El uso de rostros familiares ayuda a cerrar las brechas en las vacunas y más

Por Kat Long, American Heart Association News

andresr/E+ a través de Getty Images
(andresr/E+ a través de Getty Images)

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La pandemia del coronavirus agrandó las disparidades en materia de salud entre grupos raciales y étnicos. Algunos expertos dicen que el uso de voces en las que la comunidad confía podría ayudar a cerrar las brechas, no solo en las tasas de vacunación, sino también en la salud en general.

Ya desde antes de la pandemia, los expertos en salud pública sabían que las personas de las poblaciones históricamente subrepresentadas y desatendidas tenían menos probabilidades de recibir atención preventiva, incluso vacunas, dijo el Dr. Andrew T. Chan, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y de Massachusetts General Hospital, en Boston. Con frecuencia, estas comunidades tienen menos acceso a las vacunas y una mayor desconfianza en el sistema médico, lo cual contribuye a tasas más bajas de vacunación, dijo él.

Algunas brechas en las tasas de vacunación contra el COVID-19 se han cerrado con el tiempo. A mediados del 2021, los hispanos y los indios americanos/nativos de Alaska estaban rezagados con respecto a los blancos y los asiáticos en el porcentaje de personas que habían recibido al menos una dosis de la vacuna, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para aquellos cuya raza y etnicidad se conoce. (Los CDC carecen de tales datos para aproximadamente la cuarta parte de los vacunados).

Pero más de un año después, hasta el 12 de octubre, 75.5% de los indios americanos/nativos de Alaska habían recibido al menos una dosis, de igual forma que el 70.7% de los asiáticos, el 65.2% de los hispanos, el 55.2% de los blancos y el 49.8% de los negros.

En el caso de la vacuna anual contra la influenza, los datos de los CDC muestran consistentemente tasas de vacunación más bajas entre los adultos negros, hispanos e indio americanos/nativos de Alaska, quienes tienen más probabilidad de ser hospitalizados con influenza.

Las personas mayores de 65 años constituyen la mayoría de las muertes y admisiones hospitalarias relacionadas con la influenza, pero un estudio del 2021 en la revista médica The Lancet Healthy Longevity encontró que solo cerca del 33% de los negros y del 29% de los hispanos beneficiarios del Medicare estaban vacunados durante la temporada de influenza de 2015-2016, en comparación con el 49% de los beneficiarios blancos y el 48% de los asiáticos. Los investigadores concluyeron que, aunque pueden entrar en juego muchos factores, las tasas más bajas de vacunación contra la influenza en general estuvieron "motivadas por prejuicios sistémicos profundamente enraizados y con frecuencia sutiles" hacia el sistema médico.

Chan estuvo de acuerdo. "El racismo institucional ha conducido a disparidades en el acceso a las vacunas y a menor disposición para recibir las vacunas", dijo él. Pero la investigación muestra que las personas son más receptivas a ser vacunadas cuando miembros de su comunidad en quienes confían hablan sobre las intervenciones y alivian las preocupaciones, dijo Chan.

Esa es la ruta que está tomando Partnership for a Healthy Lincoln, en Lincoln, Nebraska. Con una subvención de los CDC, la organización sin fines de lucro se enfocó en mejorar las tasas locales de vacunación contra el COVID-19 entre los residentes hispanos y negros, quienes tenían tasas de vacunación considerablemente más bajas que los residentes blancos y asiáticos, según los datos del departamento de salud del condado Lancaster.

A partir de abril del 2021, la organización colaboró con El Centro de las Américas, el centro comunitario hispano de Lincoln, en el diseño de pósteres, anuncios en los autobuses y publicaciones en las redes sociales que alentaban a vacunarse contra el COVID-19 y la influenza. Los materiales, en idioma español, presentaban fotos de miembros de la comunidad y sus propias palabras, dijo el Dr. Bob Rauner, fundador y presidente de la asociación.

"Nuestra campaña de vacunación hispana tuvo mucho éxito", dijo él. "El Centro de las Américas se sumó realmente rápido a la iniciativa, y su directora y varios miembros de su equipo aparecieron en las primeras versiones de los anuncios en los autobuses". Los residentes hispanos ostentan ahora la tasa más alta de vacunación con dos dosis entre los grupos raciales y étnicos de la ciudad, superior al 81% según datos de julio.

Pero a Rauner y a sus colegas les fue difícil conectar con los líderes negros. Algunos estaban recelosos de la vacuna contra el COVID debido a la historia de racismo médico en Estados Unidos, dijo Rauner, y el mensaje de su organización, basado en las cifras, no era convincente.

"Como persona analítica, yo pensaba que se trataba de lo que tú decías. Pero no, es cómo lo dices, y quién lo dice", dijo Rauner.

Él se acercó a Teresa "Buffy" Lewis-Hunt, una enfermera de práctica avanzada familiar en una clínica de salud local, quien se convirtió en una de sus primeras aliadas. Ella y Renée Massie, empleada jubilada del departamento de salud y pastora, ayudaron a Partnership for a Healthy Lincoln a lograr progresos con un grupo del clero negro, quienes estuvieron de acuerdo con aparecer en los anuncios de la campaña en los autobuses, una forma clave de apelar a corazones y mentes, dijo Rauner.

"(El público) no va a escuchar a personas en imágenes prediseñadas", dijo él. "Pero escuchará al pastor Myles o a Buffy".

Massie, quien ahora trabaja a tiempo parcial en la campaña de Partnership for a Healthy Lincoln, sugirió su siguiente etapa: llegar a la gente en las barberías negras de Lincoln. "En las barberías se conversa mucho", dijo Massie. "Son los lugares perfectos para conversar sobre el COVID y las vacunas".

Ella visitó 14 barberías y habló con los dueños, quienes le dijeron que sus clientes ya estaban hablando sobre las vacunas y el COVID. Con las opiniones de tres dueños de barberías – uno de los cuales es hijo de Massie – Partnership for a Healthy Lincoln creó un folleto con respuestas a las preguntas frecuentes de los clientes de las barberías, las direcciones de las clínicas para vacunación y las fotos de los propios barberos. Cuando los clientes tomaban los folletos, "lo que atraía su atención eran los rostros reconocibles y el hecho de que ya habían hecho esas preguntas", dijo Massie.

La tasa de vacunación con dos dosis entre los residentes negros aumentó hasta cerca del 65% en julio, en comparación con cerca del 51% en agosto del 2021.

Investigaciones anteriores han demostrado el potencial de usar las barberías e iglesias negras para abordar preocupaciones sobre la salud. Rauner y Massie piensan que su enfoque puede adaptarse a otros problemas de salud, como educación sobre la diabetes y pruebas de presión arterial para prevenir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. Los adultos de raza negra tienen una probabilidad desproporcionalmente mayor de ser diagnosticados con diabetes tipo 2 o de padecer de presión arterial alta.

"Las lecciones aprendidas (con el COVID) pueden aplicarse a la prevención de enfermedades cardiovasculares y el cáncer", dijo Chan. "Por ejemplo, en el caso de los exámenes para la detección del cáncer colorrectal, las iglesias son lugares realmente importantes para las labores de divulgación y educación respecto a los exámenes. Pueden ser excelentes lugares para que las personas hablen acerca de sus experiencias y para que los líderes de la comunidad hagan un llamado impactante".

Massie concuerda, señalando que, si las personas aceptan recibir sus vacunas contra el COVID y la influenza, como los médicos y los funcionarios de salud pública están pidiendo a las personas que hagan antes del invierno, probablemente se interesarán más por su salud en general. Ellas compartirán esa actitud con sus primas, primos, tías, tíos y amigos, y erigirán una comunidad más saludable.

"Cuando comienzas con voces de confianza", dijo Massie, "puedes comenzar a cambiar la mentalidad de las personas".

Nota del editor: Debido a los eventos en rápida evolución que rodean el coronavirus, los hechos y consejos presentados en esta historia pueden haber cambiado desde su publicación. Visite Heart.org para obtener la información más reciente y consulte con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los funcionarios de salud locales para obtener la orientación más reciente.

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